los gatos de la colina azul

En una colina azul vivía Dario, un gato siamés con ojos azules y pelaje beige. Un día, llegó un nuevo gato a la colina. El gato nuevo se llamaba Mateo y era muy juguetón. Dario se acercó a Mateo para darle la bienvenida.

Mateo le propuso a Dario jugar a las escondidas en el bosque cercano. Dario sabía que no debía ir al bosque, pero se dejó llevar por la emoción del juego. Mientras jugaban, se encontraron con un zorro astuto que intentó engañarlos.

Dario recordó lo que su mamá le había dicho sobre no confiar en extraños y sobre los peligros del bosque. Decidió detener el juego y regresar a la colina. Mateo se dio cuenta de su error y prometió no volver a proponer juegos peligrosos. Ambos gatos regresaron a salvo a su hogar.

Dario y Mateo aprendieron que la amistad verdadera significa cuidar y proteger al otro. A partir de ese día, jugaron en lugares seguros y siempre se aseguraron de estar juntos. La colina azul se llenó de risas y juegos felices, y los dos gatos se convirtieron en grandes amigos para siempre.